HANA, SHIRO Y AMAI SON ARTISTAS. Se conocieron durante una época de crisis.
Amai la abeja, es comediante. Trabajaba en un pub, de noche, haciendo divertidos números cómicos para obreros tristes que iban allí, después del trabajo, a beber unas copas para ahogar sus penas.
Shiro, el conejo, es actor. Durante muchos años trabajó haciendo siempre el mismo personaje: el Conejo Blanco de Alicia en el país de las maravillas. Estaba cansado de hacer siempre el mismo papel, pero nunca conseguía otros papeles pese a ser siempre el primero en presentarse a todas las audiciones posibles.
Hana, la flor, se buscaba la vida tocando y cantando en el túnel del metro de su ciudad. Se pasaba horas y horas, guitarra en mano, entre cientos de personas que pasaban con prisa, en ese túnel subterráneo de luces artificiales, para sacar algo de dinero para comer y pagarse una habitación en una pensión gris.
Pero vinieron tiempos de crisis, una terrible pandemia de gripe atacó a los humanos y las autoridades mandaron a cerrar los teatros, los bares, el metro y obligaron a todo el mundo a encerrarse en sus casas.
Amai, Shiro y Hana perdieron sus trabajos y pasaron una época muy mala, los pocos ahorros que tenían se fueron agotando al pasar los días.
Después de varias semanas se volvieron a abrir en la ciudad los bancos de alimentos, donde las vecinas que aún tenían recursos llevaban comida para compartir. Abrían cada miércoles, y fuera se hacían enormes colas de gente, con mascarillas en la cara, esperando por algunos alimentos para llevar a casa.
Ahí fue donde se conocieron nuestras amigas, al principio tuvieron tímidas charlas, pero luego se fueron animando, y al poco tiempo parecían conocerse de toda la vida. Hana, de carácter muy vivaz, tuvo una idea: ¿y si abrían un canal de YouTube y hacían su propio show? Al menos no estarían tan solas en tiempos de cuarentena y podrían compartir su arte con otras personas. Así fue, dicho y hecho: comenzaron a juntarse un par de veces por semana a organizar sus shows y grabarlos. Una elegante mezcla de humor irónico, música y arte, que en poco tiempo ¡tenía más de 1 millón de visualizaciones!
Pasó la pandemia y las tres amigas, con pocos recursos, bastante imaginación y mucho arte, consiguieron salir de la miseria. Ahora comparten una pequeña casita en las afueras de la ciudad, donde siguen haciendo su espectáculo online, y lo que obtienen de ganancia lo usan para ayudar a otras artistas como ellas a buscar su camino.
¡Dicen que después de la tormenta siempre sale el sol!
*Para tejerlo necesitas conocimientos básicos de crochet y amigurumi (anillo mágico, punto bajo, aumento, disminución, punto medio, punto alto…)